Un día,
un pirata salió a navegar con su barco. Había brisa. Al poco tiempo, comenzó
una terrible tormenta y el barco se hundió.
El náufrago
agotado y exhausto llegó a una isla desierta después de nadar durante cinco
horas.
Cada
día, el náufrago paseaba por la isla, buscaba comida, iba a pescar... Hasta que
un día encontró un submarino completamente hundido. Sin dudarlo entró en él y
se sorprendió al encontrar un trozo de mapa.
Decepcionado,
pensó que no le iba a servir, cuando de repente el submarino empezó a
funcionar. El náufrago, muy alegre, subió rápidamente y comenzó un viaje hacia
un lugar desconocido. Al rato de ir navegando abrió un cajón, y allí en el
fondo estaba la otra parte del mapa.
El
submarino se detuvo al llegar a una playa. Allí unió las dos partes del mapa, y
se dio cuenta de que en el centro había un tesoro. Cuándo fue a buscarlo, un
enorme pulpo lo vigilaba para que nadie lo cogiera. Mantuvieron una terrible
lucha, hasta que al final, el pirata se dio por vencido y el pulpo se quedó con
el tesoro para siempre.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado...
Equipo Neptuno