Han encontrado el cadáver de Hippie, el abuelo. Estaba en el armario de la clase de 5º.
Al abrirlo, descubrieron un pasadizo secreto que conducía hasta la Biblioteca y que sólo conocían la bruja Maruja y su mascota la mariquita Pita.
Dorremi, con su dulce canción, abrió el pasadizo. Estaba oscuro, frío, húmedo. Del techo colgaban arañas y sapirujos. Las ratas corrían de un lado para otro. José Antonio fue el primero en atravesarlo con su faro de tractor.
Le seguían la detective Gloria con su ayudante el chino Chin-Cham-pú. Encontraron la varita de la bruja Maruja con tres pelos del abuelo Hippie. No cabía duda, había sido ella la autora del crimen.
Al entrar en la Biblioteca, el ayudante dijo a la comisaria:
- ¡Allí hay luces lojas muy blillantes!
Al acercarse, descubrieron que la mariquita Pita estaba intentando arrancarle el lazo a la payasa Blasa.
Al escuchar los gritos de la payasa, acudió la patinadora Dorada que con el reflejo de su antifaz puso luz a aquel misterio.
La bruja Maruja había maniatado al abuelo Hippie y le había robado sus nuevas gafas porque la pobre tanta vista había perdido que el libro de hechizos ya no podía leer.
¡CASO RESUELTO!
Los protagonistas de esta historia acuden a diario a clase de 5º de Primaria en Pozohondo.
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